jueves, 28 de julio de 2011

Usando resina (I): Un poco de seguridad hombre.


Ya sé que a los que ya usáis la técnica de clonado en resina no os descubro la pólvora, pero creo que no está de más dar unas pequeñas guías para los que están empezando, sobre todo para evitar esos pequeños daños y quemaduras que se lleva uno cuando es novato.

Así que antes de empezar hemos de tener siempre una serie de herramientas o utensilios que nos van a ser  indispensables para poder trabajar con un mínimo de seguridad. Lo primero e indispensable es el uso de guantes de látex. Si eres alérgico al látex, pues que voy a contarte que no hayas averiguado con el uso de los condones.
Los guantes de látex están disponibles en cajas de 100 unidades y en diferentes tallas, por lo que no debes preocuparte a la hora de ver si tu mano es grande o pequeña. Una de las cosas importantes es que sean de un solo uso, porque este tipo de guantes lleva un producto parecido al talco que evita que con el sudor se produzcan roces y heridas. Si eres de esas personas que las manos les sudan mucho, procura cambiarte los guantes cada cierto tiempo para evitar que tu mano se cueza en tu propio sudor, es una sensación desagradable, os lo puedo asegurar y eso que a mí no me sudan demasiado las manos.

¿Por qué usar guantes?
La resina es un producto bi-componente que al ser mezclado produce una reacción exotérmica de grado medio. Esto significa que cuando empieza el proceso de solidificación el compuesto puedo llegar a los 60 grados centígrados sin problema, en algunos casos, sobre todo ahora en el verano, está reacción puede llegar a los 65 grados. Esta temperatura es suficiente para provocar pequeñas quemaduras químicas. Estas quemaduras no son muy graves pero si muy molestas. Los guantes nos van a proteger en todo momento de este tipo de quemaduras.
En el caso de que nos salpique un poco de producto, y digo solo un poco, no corráis al baño a lavaros, eso nunca. Aguantad un poco la quemazón y esperar a que el producto haya solidificado para quitarlo de la piel, luego podéis aplicar una pomada contra las quemaduras.
Si os salpica un poco de la resina y aplicáis agua impedís que el proceso continúe y luego es mucho más engorroso quitar la resina de la piel.

Gafas protectoras
Otra de las cosas de las que debéis disponer siempre es de unas gafas protectoras, cuanto más amplias mejor. Mientras se trabaja con la resina a veces tenemos que reventar pequeñas burbujas y a veces parte del producto sale disparado a la cara, así que es importantísimo tener los ojos bien cubiertos. Estas gafas las podéis encontrar en cualquier “todo a 100” y no costarán más de 4 ó 5 euros y son una muy buena inversión.

Recipientes de trabajo
Los recipientes son muy importantes porque evitaremos derrames accidentales que pueden dañar nuestra mesa de trabajo, ropas, piel y otros trabajos.
Como ya os he comentado trabajo con la resina de Feroca, en concreto con una resina de poliuretano denominada Feropur. Esta resina tiene dos componentes:
A.      PR55
B.      E55

El componente A es oleoso, de hecho tiene una textura parecida al aceite aunque algo más denso. Sin embargo el componente B es mucho más líquido y de un color amarillento, pero también algo corrosivo.
Precisamente por este motivo hemos de elegir los recipientes donde verteremos estos productos y donde los mezclaremos. Para el primer componente puede valernos casi cualquier tipo de vaso de plástico, pero para el B no es así, ya que puede corroer el vaso y derramarse por la superficie de trabajo. Por esto siempre suelo recomendar usar vasos de cristal para el trabajo y tras terminar devolver el excedente a sus contenedores originales y limpiar bien los vasos con papel de cocina antes de lavarlos con agua y jabón. Eso sí, aseguraros de que están bien secos antes de volver a trabajar con ellos.
Sin embargo para hacer la mezcla del producto podéis utilizar un vaso de plástico, pero uno resistente y grueso, para evitar que el calor de la reacción deforme el vaso y quede inservible. Cuando vayáis a realizar la mezcla de los dos componentes, verter primero el componente A y después el B, para evitar que el B pueda corroer el vaso.
Otro de los recipientes que usareis mucho serán unas jeringas para medir la cantidad de cada componente. Personalmente os recomiendo que uséis unas grandes de 60ml. Son mucho más manejables y a la hora de ver las cantidades os facilitaran mucho el trabajo. Una vez que hayáis terminado con ellas tenéis que desarmarlas y limpiarlas con papel de cocina y una vez retirado todo el producto perdéis limpiarlas con unas escobillas, agua y jabón. Y esperar a que estén totalmente secas o bien secarlas con papel de cocina antes del siguiente uso.

2 comentarios:

  1. A mi bueno.... una vez me salto al ojo... y joder como pico... fui al medico y todo unas gotas y al dia siguiente como nuevo, aparte que las gafas que tenia se fueron a la mierda.....
    Yo trabajo con cantidades pequeñas uso jeringas de 10ml
    Muy buen post!

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  2. Gracias!!! Hago lo que puedo, últimamente no he tenido demasiado tiempo y esta serie de artículos los tengo a medias, a ver si les doy un empujón.
    Por cierto, a este artículo quería ponerle unas pocas fotos pero como soy un despistado me he quedado sin pilas en la cámara.

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